En el último conversatorio “Minería y Medio Ambiente” organizado por la Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros del Chubut (CAPEM), referentes políticos y profesionales de Santa Cruz resaltaron el crecimiento de comunidades de Santa Cruz a partir de los proyectos mineros.

Por Santa Cruz, participaron María Luz Fracasso, secretaria de Desarrollo y Promoción Municipal de Puerto San Julián, docente y vicepresidenta de la Agencia de Desarrollo de la localidad; Guillermo Bilardo, diputado provincial por Perito Moreno, y presidente de la Comisión de Recursos Naturales, Ambiente y Minería, y ex secretario de Minería de la Provincia; y Mariana Kunlhe, técnica en Sistemas Informáticos, y referente de la Cámara de Comercio y Afines de Puerto Deseado.

Se habló de cómo en los últimos años, la actividad minera significó un valor social y económico para las comunidades, con la instalación de servicios, infraestructura, nueva oferta educativa, programas de capacitación y becas para alumnos, entre otros. Además, se generó un fideicomiso provincial con el aporte de todas las empresas del sector, con un promedio anual de $800 M destinados a obras.

Uno de los ejemplos citados fue el de Puerto Deseado, que antes de la instalación del proyecto Cerro Moro en 2013, tenía una economía basada fundamentalmente en la explotación pesquera, mientras que en la actualidad esa actividad comparte su protagonismo o con la minería, la que también interactúa de manera fructífera con la actividad ganadera. “El impacto ha sido positivo desde todo punto de vista; la comunidad se apropió de la actividad minera, y hoy junto con la pesca son los ejes que manejan la economía local” contó Mariana Kunlhe, técnica en Sistemas Informáticos, y referente de la Cámara de Comercio y Afines de Puerto Deseado.

En relación con el tema empleo, Kunlhe explicó que con la actividad minera muchos jóvenes pudieron acceder a oportunidades de trabajo y crecimiento. A diferencia de la pesca, que depende mucho del movimiento estacional de los buques pesqueros, la minería tiene continuidad, por lo que la actividad no ha parado incluso durante la pandemia.