Entre enero y julio de 2025, la minería metalífera de Santa Cruz alcanzó un hito histórico: con exportaciones por USD 1.147 millones, se posicionó como el principal complejo exportador de la provincia, superando por primera vez al sector de los hidrocarburos.
Según los datos publicados por el CIACAM (Sistema de Información Abierta a la Comunidad Minera), la minería santacruceña aportó en este período el 37% de las exportaciones mineras del país, confirmando su peso estratégico en la economía nacional.
Oro y plata al frente de la producción
El motor de este desempeño fue nuevamente el Macizo del Deseado, que entre enero y julio registró una producción de 309.581 onzas de oro y 5.771.807 onzas de plata. Estos volúmenes representaron un incremento del 30% respecto a 2024, cuando el mismo período había generado exportaciones por USD 895 millones.
Desde la Secretaría de Minería provincial destacaron que “por primera vez, el conjunto de los productos surgidos de este segmento industrial pasó a ser los recursos más comercializados por Santa Cruz”, desplazando al petróleo y al gas, que alcanzaron exportaciones por USD 1.104 millones.
Competencia con San Juan
El crecimiento minero también reconfiguró el mapa productivo nacional. Santa Cruz volvió a superar a San Juan en el ranking de provincias exportadoras: mientras que el distrito patagónico comercializó metales por USD 1.147 millones (36,35% del total nacional), la provincia cuyana registró USD 1.071,9 millones (33,95%). La disputa por el liderazgo entre ambas jurisdicciones continúa, aunque Santa Cruz logró consolidar su predominio en la primera parte del año.
Desafíos hacia adelante
El presente marca un punto de inflexión. La minería ha demostrado su aporte decisivo a la economía santacruceña y al desarrollo nacional.
Sin embargo, la advertencia es clara: la mayoría de los yacimientos activos en la provincia tienen una vida útil que no supera los tres años. El desafío es inmediato: asegurar nuevas inversiones, promover la exploración y diversificar la matriz productiva para que la minería continúe siendo un motor de desarrollo más allá del corto plazo.